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Introducción

Querido lector/a:

Para empezar, por mucho que se haya querido infravalorar este cuerpo estelar cambiando su sustantivo de planeta a planetoide quisiera aclarar que eso es irrelevante para nosotros -los astrólogos- porque es un cuerpo celeste que influye en los individuos como cualquier otro planeta. Con esto quiero decir (y que a partir de ahora) le llamaremos planeta al igual que llamamos así al Sol y a la Luna sabiendo que son luminarias.

Plutón es el último planeta de nuestro sistema solar y tarda 247 años aproximadamente en dar la vuelta completa al Sol y reside en el mismo signo 20 años de media según su movimiento. Su órbita es totalmente diferente al resto de planetas como podemos observar en la imagen más abajo. Mientras os escribo pienso que no es casual que este maravilloso planeta tenga ese tipo de órbita por las características astrológicas que tiene.

Características de Plutón

Este planeta obtiene su nombre (como los otros) de la mitología romana. Plutón, (Hades en mitología griega) Dios del inframundo y de todas las cosas que hay bajo tierra, lugar donde crecen las plantas y las piedras preciosas, era el guardián de las almas que llegaban a su reino.

Es importante que tengamos esto presente porque si tenemos en cuenta quién fue y por qué se le asigna ese nombre al planeta, podemos entender mucho mejor su significado arquetípico. A este planeta se le denomina generacional porque su movimiento es muy lento e influye en grupos generacionales. También se le denomina transpersonal por estar más allá de la órbita de Saturno (tema que no explicaré en esta entrada)

Plutón simboliza la profundidad de la psique humana. Podemos decir que reside (como el Dios mitológico) en nuestras profundidades. Está «allí abajo».

Como si de una olla a presión se tratase, este planeta es el reservorio de nuestros traumas y nuestros miedos más arraigados. Es el agujero donde desechar lo que no queremos ver de nosotros mismos, nuestras vergüenza, miedos, nuestras frustraciones e instintos básicos reprimidos esperando a que desaparezca y no es así. Allí se guarda, se pudre y fermenta si no se sabe canalizar como es debido.

¿Que pasa si la olla a presión no tiene válvula?

Los miedos, la rabia contenida, el estrés, la frustración mal canalizada acabará explotando de alguna manera, ya sea contra las personas que no deben recibir la explosión o en forma de enfermedad, esto acabará saliendo por algún lugar. Es importante reconocer estos procesos, poner una «válvula de escape» y transmutar las energías en vez de guardarlas debajo de la alfombra. Por esto mismo a Plutón se le puede asociar al cáncer y a enfermedades que proceden de procesos subconscientes y que tienen repercusión tiempo después si no se hace «limpieza».

Podemos asociar a Plutón al poder y la corrosión que esto implica en las personas que no saben como trabajar con dicho poder. Esto me recuerda a la mítica frase «un gran poder conlleva una gran responsabilidad» haciendo referencia que el poder no es malo en sí mismo, es según que hacemos con él. La embriaguez que puede provocar el poder es el causante de los males de las personas como los dictadores, personas sectarias con mucha influencia, etc… ¡Según como dirigen dicho poder pueden hacer mucho daño!

Plutón en Acuario

Dado el breve resumen sobre el planeta entramos en materia.

Hay que mirar al pasado para entender el futuro. La última vez que Plutón transitaba por Acuario fue entre 1778 y 1788, época de independencia y rebeldía como fue la revolución industrial y la revolución francesa. Plutón en Acuario trae influencias visionarias y revolucionarias sobre el colectivo, destrucción de imposiciones establecidas caducadas trayendo avance tecnológico con sus respectivos descubrimientos e independencia de las personas. El status quo, lo real y la estabilidad (Capricornio) se desmorona con este tránsito.

Entonces podemos esperar una revolución como mínimo, tecnológica, y la inteligencia artificial tiene mucho que ver en este campo. Actualmente la IA está avanzando a pasos agigantados cada día que transcurre. Solo hay que ver como va incorporándose en el día a día en la vida de las personas en campos como la medicina, por ejemplo, ya que se está trabajando conjuntamente para que, según «estudios» de la IA sobre la patología y estado del sujeto generar las opciones y tratamientos más adecuados.

Como Acuario representa el colectivo podemos esperar cambios generales en la población mundial. Eso no quiere decir que también sintamos cambios a nivel individual pero eso es otro tema a tratar.

Plutón, al ser un planeta generacional, traerá una época de nuevos individuos libertarios, originales, creadores e inventores y volcados en el colectivo. Esto puede chocar con la generación anterior (Plutón en Capricornio) con sed de poder, de escalar alto y de dominación, de el poder establecido, etc…

Como esos nuevos individuos que están por llegar, es una época donde se rompe las bases del poder en unos pocos para «entregarse al pueblo». Seguramente veamos (y ya hemos visto) como sale a la luz ciertos escándalos del poder que no pueden ser ocultados más.

La basura y la podredumbre sale de debajo de la alfombra a ojos de todos los que quieren ver, aprender y cambiar lo que viene siendo «lo establecido» para generar una transformación y liberación para todos. Debemos estar preparados para ver rupturas de nuestra comodidad porque los cambios necesitan ser vividos y aguantados si estamos cansados de ver como la situación mundial empeora y no se hace nada para mejorarlo. Para las personas cómodas que están bien como están y creen que es mejor malo conocido que bueno por conocer, los que no les gusta que la estructura se tambalee por miedo serán las personas que «sufran» más los cambios.

Debemos ser fuertes y esperar que estos cambios revolucionarios nos ayuden a fortalecer el cuerpo, la mente y el espíritu y aprovechar esta oportunidad que, como siempre, los astros nos brindan en sus ciclos planetarios.

Nada muere, todo se transforma. La vida son ciclos.

Agradezco que hayas llegado hasta aquí y desearte que vivas esta época como se merece.

¡¡Hasta la próxima!!